La Forja es un proceso de fabricación de objetos conformado por deformación plástica que se realiza en caliente y en el que la deformación del material se produce por la aplicación de fuerzas de compresión.
Son antiquísimos el conocimiento y trabajo más o menos artístico del metal del hierro según lo han revelado testimonios arqueológicos. Ya la civilización egipcia trabajó el hierro en sus primeros tiempos. De Asia llegó a Europa su conocimiento con anterioridad a los tiempos legendarios de Grecia (trece siglos antes de la era cristiana). A su divulgación y empleo se debió la rapidez del progreso de este material en aquella época. Un herrero famoso, aunque mítico, fue el dios griego Hefesto (Vulcano para los romanos), cuya fragua era un volcán, donde hacía las armas de los dioses. Además de la herrería y la metalurgia, era el encargado de proteger la artesanía, la escultura y el fuego.
Se atribuye a los celtas la entrada del conocimiento del metal y de su industria en España en el siglo VI a.C. De la combinación del hierro con una pequeña cantidad de carbono y mediante el conveniente temple se deriva el acero. La fundición de hierro propiamente dicha o reducción del hierro al estado líquido no fue conocida hasta los comienzos del siglo XIX debido a la invención del método de altos hornos que datan del mismo tiempo aunque ya en la Edad Antigua se obtuviera hierro semifundido. Según la tradición artesanal, se forja el hierro calentándolo en la fragua de carbón mineral. Posteriormente, se martillea en el yunque. Los golpes a los que se somete el hierro, además de conseguir la forma deseada, mejoran su estructura haciéndolo más resistente. En la técnica de la forja tradicional, no interviene la soldadura. La unión de los diferentes elementos se consigue con grapas o remaches.
Actualmente se han sustituido, en su mayoría, los trabajos en forja por el uso del hierro fundido, con el cual se pueden obtener formas más complejas y elaboradas en menor tiempo. De esta manera se consiguen precios más ajustados para trabajos que de otro modos serían muy costosos. La maquinaria disponible actualmente ayuda en gran medida a la construcción de piezas inimaginables para los herreros de épocas pasadas.
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